Actualmente, América Latina ofrece varias plazas atractivas para la organización de convenciones y eventos corporativos. Para posicionarse como tal, una ciudad debe conjugar una lista de factores que incluye capacidad de hospedaje, costos, logística, infraestructura y un contexto económico favorable. Y al mismo tiempo, le corresponde usufructuar atributos tradicionales que la destaquen como destino turístico.
En ese sentido, cabe destacar que el participante de eventos ya no se conforma con un espacio cómodo o una agenda bien coordinada. Además de una organización profesional, está buscando una experiencia integral satisfactoria.
Por eso resulta fundamental tener en cuenta no sólo los servicios que podrá disfrutar como asistente al evento, sino también como turista, incluso en su propia ciudad. Para seducirlo con recursos diferenciales, el organizador debe recurrir a elementos que acompañen esa vivencia antes, durante y después de la reunión.
¿Pero cuál es la ciudad ideal para mi encuentro corporativo? Para averiguarlo, primero hay que definir los objetivos que se quieren alcanzar. En este sentido, Meetings Imagined postula siete propósitos de un evento: Celebrar, Decidir, Formarse, Idear, Conectar, Producir, Promocionar. Identificar el propio es el primer paso. Luego hay que estudiar cuál es la ciudad más acorde con esa búsqueda.
Ciudades para todos los perfiles
En América Latina existen varios destinos con alto nivel de incidencia en el mapa regional de eventos y convenciones. Uno de los más destacados es México DF, un gigante económico, social y cultural. Si la idea es despegarse de lo tradicional, otra ciudad mexicana a considerar es Cancún, con la combinación ideal de trabajo y playas paradisíacas.
Colombia presenta locaciones como Cartagena de Indias, con infraestructura y servicios orientados al turismo internacional, pero sin perder el sabor local, y Medellín, un ejemplo de transformación urbana y referente de la moda.
Lima (Perú), no sólo se destaca por su gastronomía sino también por un gran sentido de la hospitalidad. Y Santiago (Chile), presenta alta densidad de eventos enfocados en los servicios corporativos.
Por su parte, Brasil es uno de los países más elegidos para celebrar convenciones y eventos a pesar del retraimiento de su economía en los últimos meses. San Pablo, una de las capitales globales de los negocios, sigue siendo su joya más preciada. También se destaca Río de Janeiro, que además de playas cuenta con infraestructura moderna. Este año, además, la convivencia con la organización de los Juegos Olímpicos será una condición a tener en cuenta.
La lista se puede completar con Buenos Aires (Argentina), reconocida por su oferta cultural y su perfil arquitectónico europeo, y cuenta con un importante flujo de vuelos internacionales. O destinos menos convencionales como Ciudad de Panamá (Panamá) o San José (Costa Rica).
Esta referencia a la región del Caribe es muy importante para el calendario 2016. El principal punto de interés surge de las expectativas que genera Cuba, a partir de la apertura comercial en el sector turístico. De confirmarse esta tendencia, La Habana sería una ciudad a considerar entre los destinos destacados.